Si hay algo que desde siempre me ha fascinado ha sido todo lo que tiene que ver con aquello que está fuera de nuestras fronteras atmosféricas... planetas, estrellas, sistemas, galaxias y por supuesto, nuestra amada Luna.
Gracias a la fotografía he podido no sólo admirarla, si no inmortalizarla en un preciso instante y es algo "mágico" poder alcanzar algo que es tan inalcanzable, ver sus cráteres iluminados por el sol en el mismo momento que son iluminados, como si estuvieras allí...
Esta foto la tomé el sábado poco después de las ocho y cuarto de la tarde, cuando todavía no era de noche. Debido a que mi teleobjetivo (CANON 75-300 1:4-5.6 III) deja mucho que desear, la nitidez de la imagen dista mucho de ser la mejor.
Mi consejo a la hora de fotografiar la luna... por supuesto utilizar tripode, un objetivo de al menos 300 mm. una apertura de diafragma pequeña, entre 8 y 11, la ISO más pequeña que podáis y una velocidad de obturación no menor de 1/30seg. ya que, aunque parezca que lentamente, tanto nosotros como la luna estamos en constante movimiento y una velocidad menor puede hacer que la imagen quede borrosa. El enfoque lo haremos en manual por medio de la pantalla de visión de nuestra cámara, acercando el zoom todo lo que podamos o colocando el enfoque en infinito.
Además si disponemos de la opción, disparar en RAW ya que en el postprocesado de la imagen podremos darle algo más de nitidez, ajustar la exposición, brillo y contraste e incluso arreglar las aberraciones cromáticas propias del objetivo sin modificar las características reales de la toma.
Nada más, si tenéis cualquier duda, sujerencia o comentario, ya sabéis ;)
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